El destino “Perú”

Perú es uno de los países más diversos e increíbles que conozco. Su variedad de ecosistemas, climas, su cultura viva y la calidez de su gente hace que sea un destino que no podes dejar de visitar. Además, es un destino excepcional para el trekking y el andinismo. Lagunas azules, ríos, selva nublada, pasturas eternas, bosques de Queñuas, picos nevados, afilados como cuchillas, llenos de cornisas y seracs que cuelgan de sus filos. 

Existen dos grandes áreas para la práctica del trekking y montañismo, una es la región del Cusco, rodeada de las Cordilleras de Vilcanota, Vilcabamba, Urubamba y La Raya. La otra es la región de Ancash, cuya capital es la ciudad de Huaraz, también conocida como la capital del Andinismo. Desde esta ciudad podremos acceder a las Cordillera Blanca, Negra y Huayhuash.

En esta nota nos centraremos en Huaraz como acceso a la Cordillera Blanca. Si partimos desde Lima en bus, nos esperaban ocho horas de viaje. Es un recorrido muy pintoresco, comenzando desde el mar desértico y ascendiendo hasta casi 4.000 msnm por un camino bastante escarpado, pasando por numerosos poblados. La ruta luego desciende y se adentra en el Callejón de las Huaylas en donde además de Huaraz se encuentran otras poblaciones como Yungay, Carhuaz y Caraz que también permiten acceder a las quebradas de la cordillera.

Una vez en Huaraz, no dejarás de asombrarte. Es una mezcla entre andes y cultura viva. Las montañas parecen emerger de la puna apuntando al cielo y los taxistas parecen autitos chocadores que no paran de tocar bocina. Los Huaracinos tienen ese ritmo andino, su música, sus raíces bien arraigadas. Visitar sus mercados, sus calles, es sin dudas una de las experiencias más enriquecedoras, adentrarnos en la cultura local viviendo el día a día.

Existen algunas caminatas y montañas más sencillas de menor altura, que nos sirven para facilitar el proceso de adaptarnos a la altura. Ya sea que el objetivo es algún trekking largo o ascender algún nevado, es fundamental aprovechar los primeros días con un buen descanso y alimentación por la zona.

Si decidimos adentrarnos en la Cordillera Blanca, la mayoría de las montañas y caminatas están dentro del Parque Nacional Huascarán. El mismo lleva el nombre del nevado más alto e imponente del Perú. El Huascarán o Mataraju, orónimo en quechua, se traduce como ‘Nevados gemelos’, dado que involucra dos picos: la cumbre norte con 6.655 msnm y la cumbre sur con 6.757 msnm, siendo este el punto más elevado del país y de toda la zona intertropical. Así mismo es la quinta montaña más alta del continente americano superado solo por los picos Aconcagua, Ojos del Salado, Pissis y Mercedario. Dependiendo cual sea nuestro objetivo, podremos optar por un ticket diario o mensual.

Dentro de las montañas más accesibles para aclimatar se encuentran el Nevado Mateo (5.180 msnm), el Vallunaraju (5.686 msnm) en la Quebrada de Llaca, y algunas de las montañas más populares de la Quebrada de Ishinca, como el Urus (5.495 msnm), Ishinca (5.530msnm) y Toclaraju (6.032msnm).

Otro destino que no podes dejar de visitar es Llanganuco. Una quebrada muy bonita en donde el camino transcurre entre lagunas perfectamente azules y paredones vírgenes enormes a ambos lados de la quebrada. Cebollapampa es el punto de partida para el Pisco, los Huandoy, Chacrarajus y Yanapacha, está a 3.900 msnm en un hermoso bosque de Queñuas, un árbol del género de los “polylepis”, al igual que el Tabaquillo que encontramos en los bosques de Córdoba, Argentina. Muy cerca de Cebollapampa comienzan algunas caminatas espectaculares como la popular “Laguna 69” y el final del “Santa Cruz Trek”.

La Quebrada de Santa Cruz, es también un destino muy visitado, ya que es la puerta de ingreso a tres nevados codiciados. El Alpamayo (5.947msnm), Artesonraju (6.025msnm) y Quitaraju (6.040msnm). Dos de ellas montañas emblemáticas e icónicas que recorrieron el mundo en más de una postal. En cinco días podemos atravesar está quebrada acampando en lugares únicos, rodeados de montañas afiladas.

Está Cordillera presenta además lugares menos visitados, como las quebradas de Rurec, Quilcayhuanca, Rajucolta, Yanamayu o  Mururaju. En ellas podremos encontrar infinitos desafíos de montañas técnicas, así como también, ascensos de poca dificultad o caminatas de varios días.

La Cordillera Blanca se extiende casi 180 kilómetros de norte a sur, en total tiene 663 glaciares, 269 lagunas, 42 ríos, 33 sitios arqueológicos, 32 montañas que superan los 6.000 msnm e infinitos cincomiles y cuatromiles. 

Siempre que viajamos buscamos vivir la mejor experiencia del destino que visitamos. Por suerte tenemos cinco sentidos para disfrutar de los elementos que nos rodean y que forman parte de estas experiencias.  Podríamos continuar describiendo caminatas, ascensiones y escaladas por horas, pero sin dudas lo más enriquecedor de un viaje al Perú es adentrarse en sus valles, degustar sus comidas típicas, escuchar un huayno huaracino, estrechar una mano y sentir la textura de su historia, conocer su gente y sus costumbres. Vivir el Perú con todos tus sentidos. ¿Nos acompañas en la próxima aventura?

Fernando Martinez